viernes, 12 de septiembre de 2014

Tiovivo en llamas

Un hombre de traje azul caminaba de un lado a otro comprobando que los arbustos no rompiesen los moldes de lo que convencionalmente se entiende por "arbustos", una mujer de amplia sonrisa llevaba a merendar a su hijito, mientras le prometía que tras ello darían otro mini-paseo...Y...bueno, el pequeño parecía tremendamente feliz por ello, aún cuando...no, no importa...Continuo, un señor abastonado pensaba en hacer fotos con una cámara más grande que su cabecita despoblada, una joven estirada caminaba resuelta olvidando que hasta hacía poco tiempo su única preocupación había sido caer bien a unas personas que jamás harían nada por ella, un perro daba vueltas de un lado a otro con impertinencia y cierta mofa perruna en su mirada y...Y bueno, también había una chica sentada en un muro, apoyada en una valla cuyos barrotes estaban siendo violados por unos viejos trozos de tela; ésa chica miraba atentamente al hombre de traje azul, a la mujer con su hijito, al señor abastonado, a la joven estirada, al perrito enigmático...Y nada de ello le reconfortaba, nada de ello consiguió que estuviera más de veinte minutos allí sentada.
Me levanté del muro, dejando atrás la valla violada y, lo único en lo que pude pensar es en aquel niñito feliz por volver a dar otro paseo aún cuando payasos, cisnes, calabazas, tazas gigantes y caballitos de mar habían sido devastados por las llamas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario