jueves, 21 de junio de 2018

Descanso injustificado

Siempre supuse que ser adulta no se me daría bien. No sé planear a largo plazo ni hojear revistas de muebles. No veo las cosas bajo perspectivas cerradas. Todo lo veo de mil formas diferentes y nunca sé a ciencia cierta cuál es la buena.
Se me da bien escapar cuando algo no me gusta lo suficiente. No me paro a analizar si el siguiente paso es acertado, tan sólo lo doy y me adapto a mi decisión hasta que encuentro algo que me haga más feliz que lo anterior. 
Pero la puta verdad es que nunca llego a esa felicidad. Y cada vez estoy más cansada de luchar por algo que nos han vendido y que en realidad no existe.
Asi que prefiero seguir cayendo y riendo a partes iguales. Al fin y al cabo, nadie se hace adulto del todo nunca.