viernes, 12 de septiembre de 2014

Dibujando cocodrillos

Él se reía con tranquilidad mientras la pequeña niña lloraba por dentro llena de impotencia.
Para ella todo se resumía en que él se le acercase y le diera un beso en la mejilla.
Él, por su parte, no pensaba dárselo, simplemente no le apetecía.
Ella lloró y el niño se rió con más ganas.
-¿De veras es importante para ti?
La niñita no contestó y se limitó a pensar en ello.
¿Realmente un simple beso importaba? Igual no, pero, igual en ése momento era lo que ella deseaba; igual esa falta de cariño estaba inmersa en una capa de pequeños momentos cercanos que no acababa de comprender.
Él seguía riendo y miraba a la pequeña con indiferencia, esperando a que ella contestara; bueno, miento, realmente no importaba mucho lo que ella contestara, ya que sabía de antemano que diría alguna estupidez y que lo único que conseguiría era cabrearle.
La pequeña era consciente de ello, por lo que se limitó a sonreir ampliamente y sin dudarlo dijo:
-Lo que necesito es una piruleta. ¡Hasta pronto!
Él se quedó mirando cómo se marchaba, y no logró comprender el significado de ésas palabras hasta que dibujó un cocodrilo en su cuadernillo de gramática.

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