miércoles, 30 de marzo de 2022

El camino hacia la empatía

Los sentimientos siempre incompletos. Para tener un espacio para los vuelcos del corazón.
Ésos que aparecen en medio del ruido, a empujones con la multitud, intentando llegar a ti cuando no tienes ganas de sentir nada.
Los sentimientos siempre en guardia. Para estar preparados para las embestidas de la vida.
Ésas que día tras día te recuerdan el valor de los buenos momentos.
Los sentimientos siempre como compañeros de viaje. Para abrazar a quien es capaz de quitarse la máscara frente a ti. 
Ésa que nos ponemos cuando no dejamos espacio para los vuelcos del corazón.

Para ti

Correr cuesta abajo sin una razón para huir. Tan sólo la necesidad de poder elegir qué hacer en cada instante. Necesidad: suena a imposición, y en realidad yo lo veo como un sinónimo de libertad.
No pensar en nada que no sea puesto sobre la mesa por ti mismo. Decidir cada mueca y cada carcajada, para poder consolarte si caes o te equivocas. Con la certeza de haber sido fiel a lo que querías. Sabiendo que, de un modo u otro, cada tropiezo merece la pena y tiene una coartada de peso.
La libertad de saber que todo lo vivido ha sido con tu corazón abrazado fuerte a ti.
Correr cuesta abajo sintiendo que tú verdad va de la mano contigo y no te soltará a menos que tus pies dejen de tocar el suelo que pisas.


martes, 29 de marzo de 2022

Espectadora interactiva

Oculta en el vértice de la duda. Recorriendo el espacio de la mente con las manos, asombrada por sus galaxias, imaginando el tacto de las estrellas. Ésas que guardan todos tus recuerdos, tus victorias y tus caídas. Casi con orgullo, puedo reconocer cada lágrima escondida en esas luces. Luces que son realmente espejismos de lo que quieres ver. Puedo recordar el motivo de esas sonrisas al ver la plenitud de eso que sostiene el caos de mi universo.
Resguardada en una esquina, en ése vértice, lo reconstruyo todo para después derrumbarlo todo. Para tener siempre piezas que ordenar y así entender un poco mejor el por qué de las dudas que surgen en la mente cuando la película de tu vida se prepara para rodar la segunda parte.

lunes, 28 de marzo de 2022

No, no siempre los ojos reflejan todo lo que guardamos dentro.
No siempre una sonrisa es la prueba de un momento feliz.
No todas las palabras van en contra del silencio, ni todos los suspiros esconden amores enjaulados.
Pero siempre se llora para dejar libres nuestros sentimientos. 
Me da igual lo demás.
Que no veas el grito en mi mirada, ni el dolor en mi sonrisa, ni todas las palabras que me gustaría callar con suspiros.
Todo eso da igual.
Al final la noche seca mis lágrimas.

domingo, 27 de marzo de 2022

La paradoja del descanso

Complicado el día que empieza con una canción acariciándote el cuello y termina con una interrogación desesperada en el pecho.
Las horas deslizándose en la grieta de todo lo que deseas. Heridas que no has tenido tiempo ni ganas de curar, dejando caminar al tiempo a su antojo por ellas. 
Esperas en constante movimiento, siendo una paradoja a todo color y en blanco y negro al mismo tiempo, porque te gusta serlo todo para encontrar una excusa por no ser nada.
Complicada la noche que comienza con un beso de miradas sin permiso y termina con una exclamación de incertidumbre en tu mente.
Y las horas siguen pasando, y sigues en esa contradicción que es la vida. Amando y odiando el vaivén del dolor. A veces te gusta sentirlo para no pensar en esa postal que guardas en ese baúl y otras lloras por tener demasiado polvo encima de ella.
Y esperas. Y vuelve esa canción acariciándote el cuello, joder.


jueves, 17 de marzo de 2022

Subidas

Finales que nunca han tenido un punto de partida. Comienzos que no tienen meta ni ojos que los recuerden.
En una encrucijada donde todo es posible aún cuando la montaña tiene rocas puntiagudas, observo y comprendo que todo eso que deseo es tan intangible como sólido. 
La contradicción y lo opuesto son las pelotas con las que intento hacer malabares. Recreando lo que fue, lo que es, y lo que puede llegar a ser.
Hay días en los que me agota la realidad pero levanto la cabeza sabiendo que las luces que me dan calor siguen ahí, esperando paciente un nuevo amanecer.
Esos finales sin punto de partida a fin de cuentas son tan sólo puntos en mi libreta. Y mientras siga teniendo hojas en blanco, yo decido las rocas que escalar. Yo decido las heridas que merece la pena curar.

miércoles, 16 de marzo de 2022

Hilo fino en la noche

No hay más pruebas que ofrecer a la noche. 
No tengo imágenes descolocadas en esa estantería de mi mente. Ni siquiera queda polvo que limpiar. 
No reconozco el ayer pero espero impaciente el mañana.
No puedo negar el miedo pero sí asentir ante la inestabilidad.
En un balanceo pido un deseo.
Caer a cualquiera de los dos lados, para no quedarme anclada ahí, en esa incertidumbre de hilo fino.
No quedan recuerdos que romper y mis tijeras están frías.
No hay más pruebas, no.
Noche, sigue caminando deprisa y lárgate.
No mires atrás. No veas mi cara mojada. No me enfoques con tus luces.
Doy una voltereta con el corazón para resetear cada punzada.
Hay miradas en la nada. Esperando ver salir el sol para poder dejarme sóla sin temor.
Me escondo bajo mi manta y sigo negando para entenderme. Esperando que el destino corte ese hilo fino y me deje ser al fin.

martes, 8 de marzo de 2022

Luna

Sumergida en el silencio de una habitación a oscuras, apoyada en la ventana dando la espalda a la luna, jugaba distraída con un mechón de pelo. Sin recuerdos ni canciones a medias en la mente; tan sólo ella ante la oscuridad. La grandeza de la nada era tan sobrecogedora que terminó encogiéndose para hacerse más pequeña y rendirse ante aquello por lo que no se puede luchar. Cerró los ojos para dejar de ver lo que no veía y así poder ver lo que ni existía. Lo irreal te brinda la posibilidad de indagar en aquello que de verdad quieres, pues debes esforzarte por crear a tu antojo, en vez de hacer malabares con sucesos del pasado que, en ocasiones, son tan sólo imposiciones en las que te has visto envuelto. 
Al cerrar los ojos comenzó a llover y el silencio se rompió al instante. Ajena a esta llamada de atención de aquello a lo que daba la espalda, caminaba por su imaginación en busca de esa imagen perfecta. 
Acurrucada entre sus propios brazos terminó quedándose dormida. La lluvia paró y la luz de la luna brillaba enigmática alumbrando su cara. 
Esa noche tuvo un sueño bonito. Con esa imagen perfecta.
Al despertar entendió que la oscuridad jamás tendría el magnetismo de esa luz azulada. No volvió a dar la espalda.

sábado, 5 de marzo de 2022

Café de más

Romper el hielo entre los pensamientos de la mente con la interrupción de una lágrima reivindicativa. Conversaciones entre unos y otros, desprovistas de tiempos de espera ni coherencia estructural mientras observas callada, entendiendo el caos que has provocado inconscientemente. Tú, que abrazas la ataraxia para sobrevivir en mitad de la jungla, no entiendes cómo parar el debate de tu mente, ésa que habías ordenado con cuidado y telones en blanco y negro.
Las suposiciones y los recuerdos se alían y los miedos crean una resistencia lanzando realidades a los muros de la imaginación. Tú, que nunca echas la vista atrás para no sentir calor de más, no entiendes por qué te arden las mejillas, ésas que sólo despertaban para cuidarte mientras dormías. 
Gritas y te secas esa lágrima inoportuna, silenciando el espectáculo con un telón antiguo. Te levantas de la butaca y las luces se apagan bajo tus pisadas. 
Tú, que dejas a tus ojos jugar con la luna por las noches para encontrar claridad, no puedes comprender cómo la oscuridad tiene unas manos tan bonitas. 

Suspiras y continúa la vida.