miércoles, 26 de abril de 2017

Pausa

Esperabas pacientemente poder volver, como un error del ayer, de esos de los que bebes cuando el alcohol deja de parchear heridas. Creías ser ese inoportuno encuentro entre noche y júbilo, pero siempre te quedabas en la puerta; siendo atardecer y tristeza. Un tropiezo de principios te trajo hasta aquí, transformando el peligro en rutina. Eras de sentimientos sin ritmo, pero tus palabras eran la mejor canción.
Tú buscabas un epílogo para nosotros, y yo me escondia en notas de agradecimiento.
Hoy no es buen momento. Disculpen.

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