miércoles, 21 de octubre de 2015

Carta sin destinatario

No quiero ser el centro de tus recuerdos. No quiero ser ese trozo de madera que señaliza cada desvío de tu mente. Ni el aroma de tus sueños. No inventes bandas sonoras para nuestros besos, ni desafines esos violines para nuestros gritos. Deja que seamos un error, uno tras otro. Una caída de la cama; una lágrima en mitad del circo. Una carcajada bajo una caricia interrumpida. Un fragmento repleto de delirios. Un marca páginas roto, sin libro. Una marioneta sin espectadores. Seamos un desastre. Vivamos. Desgarra mis suspiros con tus gemidos. 
Queramos serlo todo sin ser nada. Podemos ser gigantes en el paréntesis del mundo. Podemos romper el tiempo si nos rompemos antes un poco el alma; solo un poquito. Seamos una brecha en la noche. El esparadrapo del miedo. 



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