Primeros segundos desde el coche, mirando aquel hotel desde la ventanilla: no puedo creer estar aqui. No puedo creer volver a ver esta puerta, esta terraza, esta...vaya, se han dignado a poner la H que faltaba en hotel.
Primeros minutos tras salir del coche: recuerdo todas las veces que salia por esa puerta, vestida con mi uniforme de trabajo, camino al Spar, en busca de tabaco, chocolate, cerveza o todo a la vez. Sonrio. Recorro ese mismo paseo con mi mente, imaginando mi yo del ayer, sintiendome mejor que ella.
Nos metemos en una cafeteria.
Primeros segundos dentro: oigo la misma musica que recordaba haber escuchado la ultima vez que entre ahi. Los camareros son los mismos. Espero que uno de ellos, el chico rubio, cante. Como hizo la ultima vez, hace tiempo ya.
Ultimos minutos dentro: mis amigas hablan y yo me aparto por un momento de la conversacion y me pongo a mirar por la ventana. Suspiro, digo hola a aquella calle que tantas lagrimas reprimidas me ha visto cargar.
A punto de irnos: oigo a el camarero tararear una animada cancion. Sonrio feliz ya que aquello era el recuerdo mas bonito que tenia de esa cafeteria. Ahora tengo dos.
Salimos y caminamos por la calle: respiro, hecho un vistazo a ese puente que nos daba los buenos dias y las buenas noches, en los malos dias, y en las malas noches.
Vamos a ese parque de atracciones, ese sitio donde pase algunos de los momentos mas bonitos junto a el.
Primeros segundos: veo su camiseta roja y mis brazos agarrandole a cada paso que doy. Feliz.
Ultimos segundos: me doy cuenta que recordar en exceso duele tanto que ni la lluvia me moja.
Salimos del parque y por un instante mi mente piensa que volver a casa conlleva ir hasta el hotel. Que idiota.
Y es que sin duda mi experiencia en ese lugar puede ser calificada como una de las mas duras de mi vida. Y aun asi, he vivido una nostalgia desgarradora al decir adios. Porque no es el sitio lo que me golpea, sino su recuerdo. Me golpean los recuerdos de esas noches que dormiamos abrazados los dos pensando que por muy duro que fuese todo, estabamos juntos. Me golpea el recuerdo de una cerveza en la ventana de nuestra habitacion, escuchando The Real Mckenzies. Me golpea no tener su mirada complice en el trabajo, no reir de la mano. No comer palomitas viendo Expediente X. Me golpea su ausencia.
Ese sitio me mostro lo que es trabajar y vivir lejos de tu pais, de tu familia, amigos, costumbres. Me mostro que por muy duro que se vuelva todo, siempre hay alguien que te tiende su mano. Me hizo hacer amigos, amigos de verdad, a velocidad record. Me hizo sentir que aun andando contracorriente, el estaria a mi lado.
Ultimos segundos: Nice to see you again. Keep our memories.
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