Él se reía con tranquilidad mientras la pequeña niña lloraba
por dentro llena de impotencia.
Para ella todo se resumía en que él se le acercase y le diera un beso en la mejilla.
Él, por su parte, no pensaba dárselo, simplemente no le apetecía.
Ella lloró y el niño se rió con más ganas.
-¿De veras es importante para ti?
La niñita no contestó y se limitó a pensar en ello.
¿Realmente un simple beso importaba? Igual no, pero, igual en ése momento era lo que ella deseaba; igual esa falta de cariño estaba inmersa en una capa de pequeños momentos cercanos que no acababa de comprender.
Él seguía riendo y miraba a la pequeña con indiferencia, esperando a que ella contestara; bueno, miento, realmente no importaba mucho lo que ella contestara, ya que sabía de antemano que diría alguna estupidez y que lo único que conseguiría era cabrearle.
La pequeña era consciente de ello, por lo que se limitó a sonreir ampliamente y sin dudarlo dijo:
-Lo que necesito es una piruleta. ¡Hasta pronto!
Él se quedó mirando cómo se marchaba, y no logró comprender el significado de ésas palabras hasta que dibujó un cocodrilo en su cuadernillo de gramática.
Para ella todo se resumía en que él se le acercase y le diera un beso en la mejilla.
Él, por su parte, no pensaba dárselo, simplemente no le apetecía.
Ella lloró y el niño se rió con más ganas.
-¿De veras es importante para ti?
La niñita no contestó y se limitó a pensar en ello.
¿Realmente un simple beso importaba? Igual no, pero, igual en ése momento era lo que ella deseaba; igual esa falta de cariño estaba inmersa en una capa de pequeños momentos cercanos que no acababa de comprender.
Él seguía riendo y miraba a la pequeña con indiferencia, esperando a que ella contestara; bueno, miento, realmente no importaba mucho lo que ella contestara, ya que sabía de antemano que diría alguna estupidez y que lo único que conseguiría era cabrearle.
La pequeña era consciente de ello, por lo que se limitó a sonreir ampliamente y sin dudarlo dijo:
-Lo que necesito es una piruleta. ¡Hasta pronto!
Él se quedó mirando cómo se marchaba, y no logró comprender el significado de ésas palabras hasta que dibujó un cocodrilo en su cuadernillo de gramática.
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